BALONCESTO

BALONCESTO

sábado, 20 de octubre de 2012

La situación que sufren muchos jugadores tras acabar su último año junior es que se ven en la imposibilidad de seguir jugando, bien porque no tienen el nivel necesario para ello, bien porque no existen equipos donde lo puedan hacer, o bien porque no les apetece, ya sea porque han perdido la ilusión por jugar en general, o porque no pueden hacerlo de la forma en la que ellos querrían (equipo de menos nivel del que les gustaría, lejos de casa, etc.). Y esto no es una situación excesivamente fácil para ellos, incluso para los que deciden no jugar por voluntad propia. De hecho, habría que reflexionar, como Club, qué lleva a un jugador con calidad suficiente como para jugar en un equipo competitivo, a no hacerlo.

Siempre he pensado que los Clubes no son cantera solamente de jugadores, sino también, como mínimo, de entrenadores. Además, creo firmemente que tanto los jugadores que han obtenido un gran nivel técnico (o sea, aquellos que pueden decidir seguir jugando), no tienen por qué ser más válidos como entrenadores que aquellos que no tienen esa capacidad de decisión porque su nivel técnico es menor (o sea, los que posiblemente no puedan seguir jugando). Tanto unos como otros pueden saber exactamente lo que hay que hacer para llegar a tener un gran nivel: los primeros porque pueden mostrar su experiencia individual y constituirse en un ejemplo. Los segundos porque seguramente saben o tienen una idea bastante aproximada de lo que les ha faltado a ellos, y quizá puedan transmitir esto

Hay que ofrecer a jugadores y jugadoras la posibilidad de que sigan ligados al deporte en general y al baloncesto en particular, durante todo el tiempo que ellos quieran. Deberíamos ofrecérselo para que ellas y ellos pudieran decidir. No sólo por su propio beneficio, sino por el que puedan aportar a una gran cantidad de niños y niñas que se inicien en el deporte. ¿Qué mayor modelado que el de un jugador que hasta hace poco han visto, o siguen viendo, vestido de corto? ¿Qué mejor espejo que una jugadora que es capaz de hacer todo eso que ella intenta practicar cada día? Sin duda, es una herramienta motivacional extraordinaria. Y pocos guías se sentirán más identificados con el Club que esta tipología de entrenador.

Quizá tengamos la solución ante nosotros y no terminamos de aprovecharla. Sí que es cierto que jugadoras y jugadores en edad junior tienen muy poco tiempo libre. Están en años difíciles, académica y socialmente, para iniciarse como entrenadores... pero quizá sería interesante identificar cuáles de ellos tendrían más interés en aprender a entrenar. Y es aquí donde el Club tiene que hacer un esfuerzo en la formación de éstos. Puede que en el Cuadro Técnico del Club haya entrenadores capacitados y receptivos como para ejercer de tutores de estas chicas y chicos.

Posiblemente lo tendrán complicado para asistir a todas las sesiones, pero quizá en edad junior baste con echar una mano un día de entrenamiento y asistir a los partidos que puedan. Puede ser una primera toma de contacto. Sería una manera de romper el hielo del cambio de rol, para afrontar al año siguiente un posible puestro de Entrenador Ayudante... o Delegado a la espera de realizar el curso de formación correspondiente. Puede que de esta manera se responda a la pregunta sobre qué hacer después de junior... O puede que no. Pero no me cabe duda de una cosa: si siempre se llevan a cabo las mismas acciones, normalmente obtendremos los mismos resultados. Para obtener resultados diferentes, hay que llevar a cabo acciones diferentes.



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