Solo se sabe de verdad lo que se aprende sin cesar. El baloncesto no te dará dinero; las matemáticas sí. No preguntes qué pueden hacer por ti tus compañeros. Pregunta qué puedes hacer tú por ellos. El baloncesto no construye el carácter, lo revela. Ni las derrotas ni las victorias son para siempre. Todos quieren ganar pero no todos tienen el deseo de prepararse para hacerlo.